Autores: José Antonio Zamora Gómez y Eduardo Llopis Rocamora
La tradición oral habla de la existencia en Catral sobre los años 30 del siglo XIX, de un grupo de instrumentistas de viento, grupo que acompañaría a los coros participantes en la rogativa de San Emigdio, y que de esta agrupación surgiría otra bajo la dirección de Francisco Casamichana, músico profesional retirado, al que sustituirá Don Antonio, un clarinetista militar también retirado. La música de Casamichana y D. Antonio quedaría deshecha por falta de medios.
Durante los años 40 y 50 del siglo XIX, se documenta actividad musical en Catral que puede corresponder con la de una banda de música. Al respecto de si esa música pudo ser la de Francisco Casamichana y Don Antonio, no estamos en condiciones de afirmarlo.
En 1855 encontramos los que, hasta la fecha, son los primeros documentos escritos en los que se recoge el nombre de un director de la banda de Catral. En los citados documentos aparece José Aycuens Pina como “director de la música de esta villa”. Aycuens Pina, zapatero y músico, estaría al frente de la banda, no sabemos si de manera ininterrumpida, durante los años 50, los años 60 y hasta los años 70 del siglo XIX, probablemente hasta fechas cercanas a su muerte en abril de 1877.
En 1878, tras un breve periodo de transición desde la muerte de Aycuens Pina, y en el que aparece la figura de José Aguilar, José Aycuens Blasco, hijo del primero, recoge el testigo de la dirección de la música de Catral. La primera etapa de Aycuens Blasco (apodado «Pepico el Zapatero») como director de la banda se prolongaría hasta la década de 1880.
En 1883, Ginés Miralles Cecilia coge la batuta de la banda sustituyendo, según la tradición oral y muy probablemente, a Aycuens Blasco. Aunque se aducía como causa de la sustitución la ausencia de «Pepico el Zapatero», lo cierto es que, si no en el momento en que Ginés Miralles asume la dirección de la banda, ambos conviven en Catral durante los años 1884 y 1885.
No sabemos quién pudo dirigir la banda durante 1884 y primera mitad de 1885, hasta que aparece Pascual Quiles Rodríguez, “profesor de música” al frente de la misma, durante las fiestas de San Juan de este último año.
En el año 1886, la contratación de la banda de Callosa de Segura para la función de Santa Águeda por parte del ayuntamiento de Catral, parece indicarnos que la banda de música local no estaría activa a principios del mismo. Esta situación de inactividad duraría poco, pues el 24 de junio de ese mismo año, festividad del Corpus Christi y San Juan, una nueva agrupación musical, plagada de elementos jóvenes y bajo la batuta de José Aycuens Blasco, vería la luz.
Será esta agrupación musical juvenil la que aparece en el primer documento gráfico que se dispone de la banda de Catral, y la que por primera vez adopte el nombre de «La Constancia».
El último documento en el que Aycuens Blasco figura como director de la banda está fechado en junio de 1888. Suponemos que dirigiría la agrupación hasta principios de la década de 1890, desconociendo quién se haría cargo de la misma hasta la festividad de Santa Águeda de 1894, donde aparece Pedro Bolaño Vilella.
Desde el Corpus Christi de 1894, hasta, probablemente 1899, Francisco Morante Gómez, ejercerá su magisterio al frente de «La Constancia».
En 1899, y a su regreso del servicio militar, José Miralles Quinto se pondrá al frente de la banda, alternando los primeros años con Manuel Rocamora Alzamora, hasta que deja la batuta en manos, de nuevo, de Francisco Morante Gómez antes de la festividad de Santa Águeda de 1904.
El regreso al puesto de director de José Miralles se produciría en 1907, en sustitución de Francisco Morante. José Miralles desarrollará en esta etapa una intensa actividad musical, destacando la participación de «La Constancia» en los certámenes de bandas de Orihuela (septiembre de 1907), Alicante (febrero de 1911) y Murcia (septiembre de 1911).
Cuando en 1914, Miralles decide emigrar a Argentina, Francisco Aguilar Gómez actuará de elemento de transición entre éste y Francisco Morante que, en ese mismo año de 1914, acometerá su tercera y última etapa como director.
En 1917, enfermo, deja Francisco Morante la batuta, cogiendo el relevo Carmelo Serra Sola, al menos durante el año 1918. José Miralles, que había regresado de Argentina el año anterior, volverá a su antiguo cargo, en una fecha no anterior al verano de 1918.
Hasta 1923, año en el que se produce la escisión en el seno de la música con la formación de la “banda del teatro”, y durante los cuatro años que duró la misma, el director de «La Constancia» será José Miralles. Los componentes de la “banda del teatro” eran músicos jóvenes partidarios de fundar una sociedad, construyendo un teatro como sede de la banda y en el que, además se celebrasen otros espectáculos (cine, bailes…). Carmelo Serra dirigirá durante este periodo la “banda del teatro”.
Tras la reunificación de las dos bandas en 1927 bajo la bandera de «la Constancia», la dirección será compartida por José Miralles y Carmelo Serra.
La ausencia de Carmelo Serra, y la grave enfermedad de José Miralles, llevarán a Miguel Berenguer Rodríguez, en 1932, a asumir el cargo de director de «La Constancia» hasta que el estallido de la Guerra Civil, en 1936, dejó en suspenso la actividad bandística.